Fundación Pedro Navalpotro

𝐋𝐚 𝐬𝐮𝐛𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐧𝐢𝐯𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐫 𝐚𝐮𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫á 𝐞𝐥 𝐟𝐥𝐮𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐭𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐜é𝐚𝐧𝐨𝐬

La ría de Huelva se considera uno de los sistemas acuáticos más contaminados del mundo debido a las altas concentraciones de metales (y también metaloides) presentes en sus aguas y sedimentos. Este sistema está formado por la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, contaminados por la actividad minera desarrollada en la provincia de Huelva desde tiempos históricos.

Ambos ríos transportan grandes cantidades de contaminantes como hierro, aluminio, cobre, zinc, arsénico o cadmio desde las cuencas mineras hasta el litoral. No obstante, parte de estos elementos quedan retenidos en los sedimentos del estuario debido a los procesos de neutralización durante la mezcla de las aguas ácidas de minas transportadas por los ríos con el agua de mar.

Debido a este aporte crónico de contaminantes, los sedimentos de la ría de Huelva presentan elevadísimas concentraciones de metales y metaloides (hasta 130 g/kg de hierro, 1,5 g/kg de cobre y 3 g/kg de arsénico), que exceden ampliamente los valores para sedimentos naturales considerados no peligrosos según la caracterización del material de dragado del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (0,14 y 0,1 g/kg de cobre y arsénico, respectivamente).

Como consecuencia, la ría de Huelva contribuye significativamente al aporte global de estos contaminantes a los océanos. Una contribución que, de acuerdo con nuestro último estudio, aumentará debido al cambio climático.

𝗘𝗹 𝗻𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗿 𝘀𝘂𝗯𝗲 𝟯,𝟵 𝗺𝗶𝗹í𝗺𝗲𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗮𝗹 𝗮ñ𝗼

Según Naciones Unidas, hablamos de cambio climático para referirnos a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos en la superficie terrestre.

Con la temperatura aproximándose a los 50 °C en el sur de Europa, el mes de julio de 2023 ha marcado récords de calor, lo que evidencia la anomalía al alza de la temperatura del planeta.

Pero además de la temperatura, entre los indicadores climáticos claves publicados por la Organización Meteorológica Global en su último informe sobre clima global se encuentra la subida del nivel del mar. Según el Observatorio de la Tierra de la NASA, desde 1992 se produce cada año un aumento de 3,9 mm del nivel medio global de los océanos.

Esto es debido, por un lado, al calentamiento del agua de los océanos, que se expande y por ende aumenta su volumen. Y por otro lado, al aumento de la masa de agua como consecuencia de la fusión de los hielos de Groenlandia y la Antártida.

𝐈𝐧𝐮𝐧𝐝𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 á𝐫𝐞𝐚𝐬 𝐥𝐢𝐭𝐨𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐚𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚𝐬

En España, un estudio recientemente publicado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), en colaboración con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), estima que la subida del nivel del mar se ha acelerado en los últimos 20 años, con un aumento de 2,8 milímetros por año.

En este contexto, con alrededor de 10 000 kilómetros de costa, la península ibérica es una de las zonas con mayor vulnerabilidad de Europa debido al cambio global.

Además de los efectos directos de esta subida del nivel del mar (retroceso de la línea de costa, daños en las infraestructuras y aumento de la erosión costera), existen otras repercusiones relacionadas con la inundación de zonas litorales, como son los cambios geoquímicos de los sedimentos inundados.

Los sedimentos costeros suelen ser un sumidero de metales, pero cambios asociados a su inundación podrían causar su liberación, especialmente en estuarios históricamente contaminados debido a actividades antrópicas.

𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗮𝗹 𝗼𝗰é𝗮𝗻𝗼

En nuestro trabajo, realizado en colaboración con el Grupo de Geoquímica Ambiental de la Universidad de Bayreuth (Alemania), investigamos la liberación de metales de los sedimentos de la ría de Huelva bajo diferentes condiciones de inundación.

Simulando escenarios futuros de subida del nivel del mar, la principal conclusión a la que llegamos es que se producirá una liberación de arsénico, plomo, zinc, níquel, cobre y cadmio, además de hierro.

La movilización de estos elementos potencialmente tóxicos no depende solo de su concentración en el sedimento, sino que se observaron otros factores que controlan la movilidad de los metales como el pH del sedimento en condiciones de baja salinidad, los procesos de desorción competitiva en condiciones de alta salinidad, la temporalidad de la inundación, los movimientos de olas y mareas e incluso posibles aportes de carbono que fomentarían la liberación de los metales a la columna de agua.

Además, nuestros análisis muestran que la carga contaminante almacenada en el estuario de la ría de Huelva es tan alta que la movilización podría prolongarse por un periodo superior a 1 000 años para arsénico, plomo y aluminio.

¿𝐄𝐟𝐞𝐜𝐭𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐨 𝐧𝐞𝐠𝐚𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐨 𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞?

La mayor concentración de metales en el agua supone un mayor riesgo toxicológico para los organismos acuáticos. Cuando se encuentran disueltos en el agua presentan mayor biodisponibilidad, mientras que, si están retenidos en el sedimento, su biodisponibilidad y por tanto su toxicidad se ven significativamente reducidas.

Otros trabajos, por el contrario, sugieren que un ligero aumento de las concentraciones de metales en los océanos podrían ser beneficiosas en determinadas condiciones, dado que muchos de estos contaminantes son micronutrientes esenciales a concentraciones bajas, favoreciendo el desarrollo celular y metabólico de los seres vivos.

En este sentido, se ha demostrado que un tercio de los océanos está “anémico”, especialmente alrededor de la Antártida, a causa de una falta de nutrientes como el hierro, cobre, cobalto, níquel y manganeso.

Por tanto, el efecto de la posible liberación de metales retenidos en los sedimentos de estuarios y zonas costeras dependerá de la concentración final en el medio acuático. Por ejemplo, el arsénico es un micronutriente requerido en cantidades traza por plantas y animales, necesario para que los organismos completen su ciclo vital. Pero superado un umbral, se vuelve tóxico y es una de las sustancias cancerígenas que causa más problemas a nivel mundial.

Existen otros muchos estuarios contaminados, como el del Támesis en Reino Unido, el Matanza-Riachuelo en Argentina, la bahía de Minamata en Japón o la de Guanabara en Río de Janeiro (Brasil). Todos ellos, como la ría de Huelva, podrían dar lugar a una importante liberación de metales en condiciones de inundación por la previsible subida del nivel del mar.

Ref. Pag.:https://theconversation.com

𝐃𝐨ñ𝐚𝐧𝐚 𝐬𝐞 𝐬𝐞𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨: 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫 𝐥𝐚𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚 𝐬𝐢𝐧 𝐚𝐠𝐮𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐯𝐞𝐫𝐚𝐧𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐮𝐭𝐢𝐯𝐨

Santa Olalla, la laguna permanente más grande de Doñana, se ha secado por completo por segundo año consecutivo, algo que no se había dado desde que la Estación Biológica de Doñana tiene registros, según ha indicado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que apunta hacia la grave sequía y la sobreexplotación del acuífero como las causas de la «grave situación» en la que se encuentra el sistema de lagunas de Doñana.

La Infraestructura Científica y Técnica Singular (ICTS) Reserva Biológica de Doñana, dependiente de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), del CSIC, actualizó hace unas semanas su cámara de seguimiento de la laguna para ver su evolución. Finalmente, el miércoles «se constató su completa desecación».

Desde que el centro de investigación comenzó a tomar datos sobre el espacio natural hace medio siglo, nunca antes esta imagen se había repetido dos años consecutivos, lo cual, según el CISC, «atestigua la grave situación en la que se encuentra el sistema lagunar de Doñana y, con ello, toda la biodiversidad que depende de él».

El Parque Nacional de Doñana fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1994 por su variedad de ecosistemas y la gran diversidad de especies que habitan en ellos, lo que lo convierten en un enclave único en Europa. Uno de estos ecosistemas está representado por el sistema de lagunas, que alberga una gran biodiversidad y es refugio de varias especies amenazadas y endémicas. Sin embargo, en los últimos años, las lagunas de Doñana están sufriendo un «serio deterioro», cada vez dura menos su periodo de inundación y muchas de ellas ya no llegan a inundarse, lo cual está afectando «gravemente» a la biodiversidad que sustentan.

La desecación de Santa Olalla en verano es «una de las mayores evidencias del deterioro del sistema de lagunas», indicando la ausencia de refugios acuáticos estivales para la fauna y flora acuáticas del manto eólico de Doñana, ha apuntado el CISC. La ICTS-Reserva Biológica de Doñana, a través del Programa de Seguimiento, ha constatado que el ciclo hidrológico 2021-22 ha sido el año con los niveles de precipitación más bajos de los últimos diez años (283 litros por metro cuadrado), lo que no ha mejorado mucho el año actual, en el que las precipitaciones caídas han sido similares (337 litros por metro cuadrado hasta agosto). Además, en ambos años se están registrando temperaturas máximas muy elevadas y la mayor temperatura media anual (18,53°C) registradas.

En este sentido, ha apuntado que estos factores «no son los únicos causantes del deterioro del sistema lagunar». En un estudio de la Estación Biológica de Doñana publicado este mismo año, con los datos recopilados durante 40 años, «se constata que el 59% de las lagunas de mayor tamaño de Doñana han desaparecido ya».

Este fenómeno está «significativamente relacionado» con las altas temperaturas y el largo periodo de bajas precipitaciones que está sufriendo Doñana; pero «también con la sobreexplotación del acuífero que alimenta este sistema lagunar». A este respecto, el CSIC ha subrayado que el 80% de estas lagunas se secaron antes de lo que se esperaría con los niveles de temperatura y precipitación registrados y el 84% se inundaron menos de lo previsto, lo cual evidencia que la actividad humana está alterando el equilibrio natural de las lagunas y está agravando el problema.

Además, también cree «preocupante» que el 19% de las lagunas que aún se mantienen tienen más de la mitad de su cubeta invadida por matorral y pinos y solamente un 10%, principalmente localizadas en la vera, se mantienen en buen estado. En otro estudio publicado recientemente, la Estación Biológica de Doñana concluye que la invasión de las cubetas de las lagunas por vegetación terrestre es un buen indicador para detectar su progresivo deterioro y su inminente desaparición. Estos síntomas se detectan especialmente en la zona noroeste del parque nacional y en las lagunas más próximas a Matalascañas, incluyendo a Santa Olalla, en la que ya se observan densos juncales en la mitad de su cubeta inundable y masas de arbustos que han colonizado sus actuales orillas e islotes.

𝐔𝐧 𝐞𝐜𝐨𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐦𝐚 𝐞𝐧 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨

La mayoría de las lagunas de Doñana son temporales y se inundan gracias al agua del acuífero que, cuando se recarga con las lluvias, alcanza el nivel de superficie, llenando sus cubetas e inundando de vida la reserva. En la última década no se han producido años de grandes precipitaciones, reduciéndose la recarga del acuífero, que no ha sido suficiente para contrarrestar las «excesivas» captaciones de agua para consumo de la localidad turística de Matalascañas en el periodo estival y «para los cultivos intensivos de fresa situados en los alrededores del parque, que han aumentado su superficie en más del 30% en los últimos diez años». «Todo ello ha contribuido a reducir los niveles del acuífero, lo que impide que se inunden muchas lagunas o reduciendo el periodo que se mantienen inundadas, afectando a los ciclos vitales de las especies que viven en estos medios acuáticos», ha indicado el CSIC.

Las lagunas permanentes, que mantienen agua todo el año, son muy escasas en el parque, por lo que en este sistema temporal actúan como refugio de muchas especies. Hasta hace unos años, solo tres lagunas se consideraban permanentes: Santa Olalla, la laguna Dulce y la del Sopetón. La única que se podía seguir considerando permanente era Santa Olalla, aunque «alcanzando escasa superficie inundada y elevadas concentraciones de sales en verano».

En este punto, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha señalado que «su completa desecación impide, por ejemplo, la presencia de peces» y que «cuando se secó en 2022, se observó la muerte de las anguilas que allí quedaban, una de las especies que actualmente se encuentran amenazadas», así como «también se está viendo cómo disminuye su población de galápagos».

𝐑𝐞𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐝𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

Desde la Estación Biológica de Doñana se demanda la «reducción urgente» de la cantidad total de agua que se extrae del acuífero hasta unos niveles «que permitan la recuperación del sistema lagunar y frenar la degradación del espacio natural». También sugiere actualizar el sistema de evaluación del estado del acuífero y realizar evaluaciones anuales de la disponibilidad de agua para definir las cantidades máximas de extracción permitidas y las medidas de ahorro que se deban adoptar.

Otra de sus propuestas es restablecer de forma «urgente» la gobernanza de la gestión del agua y la ordenación del territorio en la comarca de Doñana para que «estén dentro de la legalidad vigente» y, «por supuesto, proteger al sector agrícola que opera bajo la legalidad frente a la pérdida de valor de marca de sus productos, frente a la competencia desleal de los productores ilegales y frente a la incertidumbre que les amenaza de cara al futuro».

También considera importante la instauración de la Comisión de Trabajo Doñana 2030, aprobada por el Consejo de Participación de Doñana, para «avanzar de manera rápida y coordinada en la resolución de todos los problemas a los que se enfrenta Doñana, no solo los que respecta al acuífero, sino también entre otros, a la contaminación del agua o el intenso sobrepastoreo, que también está afectando al enclave natural».

Ref.Pag.: Diariodesevilla.es

Foto: Vista aérea de la laguna de Santa Olalla, este miércoles, captada por la Estación Biológica de Doñana, dependiente del CSIC.Carlos Ruiz-CSIC (EFE/CSIC)

𝗟𝗔 𝗙𝗨𝗡𝗗𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗣𝗘𝗗𝗥𝗢 𝗡𝗔𝗩𝗔𝗟𝗣𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗖𝗢𝗡𝗦𝗧𝗥𝗨𝗬𝗘 𝗨𝗡 𝗣𝗢𝗭𝗢 𝗖𝗢𝗡 𝗖𝗜𝗦𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔 𝗬 𝗕𝗢𝗠𝗕𝗘𝗢 𝗦𝗢𝗟𝗔𝗥 𝗘𝗡 𝗟𝗔 𝗘𝗦𝗖𝗨𝗘𝗟𝗔 𝗗𝗘 𝗝𝗘𝗟𝗔𝗞𝗨𝗡𝗗𝗔

El Proyecto se ha realizado en Jelakunda (Gambia) con una población de 700 habitantes, situado a 20Km de Banssan.

Se planteó la instalación de un pozo con bomba solar en la escuela del poblado, a la que asisten casi 400 alumnos de etnia Fula y Mandinga, también se beneficiará del mismo el resto del Poblado.

𝗢𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗣𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼

El objetivo es mejorar la calidad de vida de los habitantes de este poblado.

Con la construcción de pozos suministramos agua a la población, riego a las plantaciones; ello conlleva tener alimentos para todos los habitantes, mejorando la alimentación y reduciendo las enfermedades.

La ONG Cultivant vida, socio local, les enseña la autosuficiencia, ellos mismos gestionan la producción y el excedente.

𝗣𝗿𝗼𝘆𝗲𝗰𝘁𝗼

La instalación se ubica dentro de una zona del recinto escolar protegida de los niños con vallado y cimentación.

El Proyecto del pozo, consta con una instalación de bomba solar, soporte metálico para el tanque de agua, tanque de agua de 3.000 litros y en la misma estructura se colocan los paneles solares.

Se instala la bomba de agua de energía solar y posteriormente se realiza la instalación de fontanería con 4 puntos o fuentes de agua.

𝐔𝐧 𝐞𝐣é𝐫𝐜𝐢𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝟖𝟎𝟎 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐩á𝐫𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐲 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐚𝐠𝐮𝐚 𝐞𝐧 𝐄𝐜𝐮𝐚𝐝𝐨𝐫

En la provincia de Cotopaxi, en la Sierra centro de Ecuador, una organización de campesinas enfrenta el machismo en sus hogares y lucha por proteger las fuentes de agua

Lideresas de la OMICSE en un páramo protegido de la Provincia de Cotopaxi (Ecuador).

Hace 40 años, el río Pucahuaico, que atraviesa la parroquia Toacaso, en la provincia de Cotopaxi, 100 kilómetros al sur de Quito, era vivo y corrientoso. Había agua para todo, hasta para, según las costumbres de la justicia indígena, aplicar baños helados o hacer que nadaran contracorriente quienes habían cometido algún delito. Por esa época, la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi (Unocan), con el apoyo de CESA, una ONG local que promueve proyectos de desarrollo agrario y rural, empezó un plan de sembrío de pinos en los páramos circundantes creyendo que hacían una gran obra de reforestación. “Nosotras, bien convencidas, reuníamos 400 personas y llevábamos hasta una banda de pueblo para sembrar pinos en minga [trabajo comunal]”, dice Yolanda Guamán, presidenta de la Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas Sembrando Esperanza (Omicse), “hasta que vimos que mientras más crecían los árboles, los ojos de agua que estaban cerca se iban secando”.

Hoy el río está casi muerto, apenas se alcanza a sacar algo de agua con un balde, agua que por lo demás está contaminada con arsénico y pesticidas que se aplican a las siembras de papas y habas que hay alrededor. Y los ojos de agua del páramo se mantienen en peligro a medida que avanza la frontera agrícola. “Preocupadas por esto, nos preguntamos qué podemos hacer como organización de mujeres”, dice Guamán.

𝐋𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐪𝐮𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚

La constitución de la organización de mujeres, que hoy cuenta con 800 miembros, fue el hito que posibilitó las acciones futuras. Hasta hace 39 años, cuando se creó la Omicse, la vida de ellas se restringía a las tareas del hogar y al trabajo duro en las mingas. Dependían de los esposos en el plano económico y también para cualquier acción cotidiana. En las asambleas comunitarias, donde se decidía el destino colectivo, ni siquiera tenían derecho a sentarse en una silla. Ellos arengaban sentados con comodidad y ellas, acomodadas en el piso, no podían levantar la mano para dar una opinión. Crearon entonces su organización juntando a mujeres de 21 comunidades de la parroquia, pero seguían bajo la tutela de la Unocan, la organización matriz, y por lo tanto su libertad era restringida. Hasta que en 2006 obtuvieron su propia personería jurídica y arrancaron un proceso que transformó las relaciones sociales.

Lo primero fue recibir talleres y capacitaciones sobre derechos colectivos y derechos de las mujeres para contrarrestar el maltrato intrafamiliar. “Nosotros no sabíamos de eso, pero las fundaciones que vinieron a darnos los talleres nos ayudaron a entender que los derechos son los mismos para hombres y mujeres”, dice Yolanda Guamán, “y lo importante es que las capacitaciones también las recibieron nuestros maridos y nuestros hijos varones, y ahí se dio la comprensión. Hoy las cosas han mejorado, no al 100%, pero sí puedo decir que en un 85% de los hogares ya no existe ese maltrato a la mujer”.

También gracias al apoyo de organizaciones de desarrollo pudieron arrancar proyectos productivos que les generaron autonomía económica. Los maridos, que en gran porcentaje han emigrado a otros cantones y ciudades del país para trabajar como estibadores, albañiles y jardineros, tenían el poder por llevar el salario a casa. Ahora ellas han sembrado huertos y criado cuyes y gallinas que luego de aprovecharlos para el consumo propio los venden en ferias y mercados.

Empezaron a sembrar según las costumbres de la zona, de manera convencional, aplicando agroquímicos. La misma Unocan instaló una gran tienda en la parroquia para venderles fertilizantes a los campesinos, pero algunos de ellos, principalmente mujeres, de a poco entendieron los perjuicios que eso trae para la salud y aprendieron de cultivos orgánicos. Quieren incentivar a más compañeras a que hagan lo mismo, sobre todo a las que mantienen monocultivos de papas, habas y mellocos, y a las que gozan de agua de riego y se interesan más por criar vacas porque creen que la producción de leche genera mejores ingresos. Pero es un espejismo. En muchos casos, los costos de producción, sobre todo para alimentar a las vacas donde no hay suficiente pasto, supera las ganancias. “Y otro problema es que en esos terrenos dedicados para el ganado ya no siembran ni cebolla”, dice Guamán. “Cobran la quincena de la leche, van al mercado y regresan con arroz, fideos y gaseosas. Según unos estudios que hicimos, hay más desnutrición en las comunidades donde se dedican a la producción de leche que en las que mantienen al menos un huertito”. Ahora se esfuerzan porque cada mujer de la organización tenga un pequeño huerto en su casa para, al menos, producir alimentos sanos para su propia familia.

𝐈𝐧𝐝𝐞𝐩𝐞𝐧𝐝𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐜𝐨𝐧ó𝐦𝐢𝐜𝐚 𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚

El trabajo comunitario de base permitió la reivindicación de sus derechos como mujeres y la conquista del espacio de opinión y gestión que les correspondía pero que era vulnerado. El resultado fue la consecución de una independencia económica con base en la producción de alimentos y el cuidado de la tierra, que obligadamente llevó a mirar dónde estaba el sustento que permitía ese ciclo virtuoso. El agua y el páramo, entonces, se volvieron el objeto de sus preocupaciones y su compromiso.

Los páramos de gran altitud de Ecuador, como los que circundan esta zona que tiene a los volcanes Cotopaxi e Ilinizas como centinelas, comprenden un ecosistema de humedales con una altura promedio de 3.300 metros sobre el nivel del mar que cubre el 7% de su territorio. El páramo recolecta la lluvia y la humedad de las nubes, que luego se filtra a través de los suelos gracias a su estructura abierta y porosa y se libera en ríos y arroyos, proporcionando hasta el 90% del agua potable en el país. El páramo actúa como un sumidero de carbono sumamente importante para ayudar a limitar el calentamiento global. Gracias a sus tierras de elevada altitud, las condiciones climáticas frescas y húmedas permiten que sus suelos volcánicos y húmedos almacenen enormes cantidades de material orgánico. Esto, junto con la vegetación de crecimiento alto, hace que el páramo retenga más carbono por hectárea que los bosques tropicales de tierras bajas.

En la provincia de Cotopaxi el páramo abarca aproximadamente el 37% de su territorio, o sea, más de 2000 kilómetros cuadrados de superficie. Sus bondades, sin embargo, están amenazadas desde hace algunos años. Leonidas Iza, oriundo del sector de Toacazo y presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), lleva años denunciando el crecimiento de la frontera agrícola, la reforestación inapropiada y la contaminación de las aguas que atenta contra la conservación de los páramos. Desde 2019, cuando fungía como presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (Micc), Iza advertía que para que los dueños de esas tierras no plantaran árboles foráneos o pusieran a pastar ganado, las instituciones del ramo, como el Ministerio de Ambiente y el Gobierno Provincial, debían desarrollar planes integrales con alternativas económicas como contraparte. En ese sentido, apuntaba dos asuntos medulares: la necesidad del cambio y control en el uso del suelo y de programas interinstitucionales que incentiven la decisión de dejar de explotar los páramos.

Lo primero podía quedar en manos de la organización comunitaria, que con base en el aprendizaje sobre la importancia de las fuentes de agua, dialogarían con los comuneros dueños de tierras para invitarles a sumarse a su causa. Lo segundo entraba en las fangosas aguas de las políticas públicas y los fondos para el desarrollo, es decir, tarea espinosa si no improbable.

De los 38 barrios y comunidades que tiene Toacaso, cuatro tienen acceso a extensiones considerables de páramo: Cotopilaló, Yugsiche Alto, Rasuyacu Chiguanto y Pilacumbi. Cotopilaló es la que más superficie posee, alrededor de 6.000 hectáreas que los comuneros compraron hace décadas a la curia de Cotopaxi. Las lotizaron, varios dueños adquirieron su propiedad y, en la mitad de esa superficie, dejaron avanzar la frontera agrícola (pasto para ganado, bosques de pinos). La mitad restante, 3.000 hectáreas, se ha puesto en resguardo gracias al trabajo de las mujeres de la Omicse.

𝐋𝐚 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 𝐞𝐥 𝐩á𝐫𝐚𝐦𝐨

“Conozco bien los páramos de la provincia de Cotopaxi y puedo decir que en un 80% están degradados”, dice Washington Pruna, ingeniero forestal y consultor independiente que ha trabajado con las comunidades de Toacaso. “La cobertura vegetal tiene máximo 20 centímetros de altura y ya no cumple con la función del páramo. Por eso es importante el trabajo que ha hecho la organización de mujeres. Han incentivado a que se declaren áreas de protección, que se defina la frontera agrícola y se reduzca la carga animal en los páramos”.

El esfuerzo, sin embargo, no ha estado exento de inconvenientes. “Hay bastante dificultad con los dueños de los páramos”, explica Guamán, “porque ellos dicen que no puede venir ninguna institución a decir que no pueden trabajar en sus terrenos”. Según explica, con la ayuda de CARE, una organización de desarrollo que trabaja preponderantemente con mujeres, han sembrado plantas nativas en espacios con agua. Además, con el Gobierno provincial, se ha planteado hacer cercas alrededor de los ojos de agua para evitar que se acerquen los animales, pero los dueños de los terrenos piden que se pague por el uso de esos espacios. “Nosotros entendemos eso, pero les hemos dicho que si no cuidamos esos páramos, a lo mucho en 10 años vamos a tener una guerra por el agua”, afirma la presidenta de Omicse.

Como una medida compensatoria momentánea e insatisfactoria, CARE ofreció plantas para hacer cercas vivas y delimitar el espacio explotado del que se quiere conservar. Para el primero, entregó pastos para que ahí se concentre la crianza del ganado, lo que lamentablemente ha acentuado la degradación del suelo en esa franja.

Para llegar a los páramos de la comunidad Cotopilaló, se toma un camino estrecho y agrietado que exige tracción 4×4. 40 minutos cuesta arriba atravesando extensos campos de papas y habas de producción convencional, antes de adentrarse en el tramo final, entre nubes espesas que se distienden de a poco, se ve un costado del Iliniza sur. Más que frío hay un viento fresco que zumba el pajonal y los matorrales de alverjilla, una planta medicinal que las mujeres que han venido a esta visita, algunas por primera vez hasta estas alturas, recogen para llevar a casa y tratar algunas inflamaciones. Bordeando la carretera que nos trajo hasta aquí hay una acequia que conduce el agua de estos páramos hasta un reservorio que a la vez la distribuye con tuberías a las comunidades más cercanas.

Lo que está bajo nuestros pies es el páramo protegido. El colchón de plantas rígidas y formas simétricas se siente mojado, y el pajonal alcanza un metro de altura, señal de salud y regeneración. Antes, ahí pastaban vacas y toros bravos. Luego los dueños vendieron el ganado y trajeron llamas, que más tarde también fueron vendidas porque ya no las podían mantener. Además, llegaban cazadores que prendían fuego a los pajonales para que los conejos salieran despavoridos y quedaran como presas fáciles. En ocasiones, el fuego no se podía controlar y se incendiaba la montaña. Solo cuando se prohibió la cacería y se sacó a los animales, el ecosistema se regeneró. “El suelo de páramo es extremadamente sensible”, dice el ingeniero Pruna. “Transformado para agricultura, máximo llegará a ser productivo durante seis o siete años, y como luego de eso quedará erosionado, se querrá seguir ampliando la frontera agrícola. Recuperar la fertilidad de esos suelos es costoso y lleva mucho tiempo reavivar la actividad microbiológica toma entre tres y cuatro años”, añade.

Esta planicie toma una pendiente poco pronunciada que termina en una quebrada, frente a la cual se extiende un bosque de pinos en pie junto a otros caídos en un terreno descuidado, unas cuatro hectáreas con el suelo empobrecido. Quienes los sembraron llegaron caminando a esa elevación de difícil acceso. Para sacarlos deberán abrir un camino que herirá la montaña. Son las dos caras del páramo: la conservada y la que no deja de explotarse.

En contraparte, las virtudes de estos páramos protegidos son varias y notorias, como explica el ingeniero Pruna: “Todo este sector se ha recuperado en un 95% con plantas propias de la zona. A mayor altura de las plantas, mayor cobertura en el suelo, lo cual hace que la evaporación de agua del suelo sea menor, y también la evapotranspiración de las plantas, porque se protegen entre ellas, por lo tanto, el almacenamiento de agua en general es mayor”. Por el contrario, los suelos con poca cobertura vegetal por efecto de la deforestación, que además están rotos y degradados por el constante pisoteo del ganado, permiten mayor evaporación y pérdida de agua.

La organización comunitaria ha logrado mitigar lo que podría ser una afectación aún mayor para los páramos de Cotopaxi, pero todavía queda abierta la lucha por la creación de políticas públicas y herramientas de desarrollo pertinentes que refuercen esa conquista. “El trabajo de la organización de mujeres es ejemplar porque han hecho gestión desde la comunidad, pero hacen falta políticas de compensación pensadas desde el gobierno central y los gobiernos locales, pero que también incluya a todos los actores, comuneros, empresas locales, oenegés”, añade Pruna. “Si eso no se logra, no se va a lograr lo que es más importante: la producción de alimentos y la generación de recursos económicos”.

Ref.Pag.: https://elpais.com

𝗟𝗮 𝗙𝘂𝗻𝗱𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗣𝗲𝗱𝗿𝗼 𝗡𝗮𝘃𝗮𝗹𝗽𝗼𝘁𝗿𝗼 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝘂𝗻 𝗣𝗼𝘇𝗼 𝗱𝗲 𝗔𝗴𝘂𝗮 𝗲𝗻 𝗨𝗱𝗮𝘀𝘀𝗲

La Fundación Pedro Navalpotro financia un pozo de Agua en Udasse (Guinea Bissau), a través de la Asociación Soriana Tierra Sin Males.

Este proyecto se enmarca dentro de la primera parte del programa ÁGUA É VIDA con el que se pretende dotar de agua potable y saneamiento básico a todas las tabancas (comunidades) del sector tradicional de Bigene. En esta primera parte se centran los esfuerzos en dotar de puntos de agua a las tabancas que tengan escuelas comunitarias activas y en un buen desempeño de su labor.

El proyecto pretende abastecer de agua potable a 1027 personas (467 hombres y 560 mujeres) y paliar en la mayor medida posible las consecuencias que está generando la pandemia del COVID-19, además de prevenir enfermedades de transmisión hídrica. Esto se ha hecho por medio de la construcción de un pozo de agua con cisterna y bomba fotovoltaica que permitirá a la población beneficiaria potabilizar el agua, tras la creación y capacitación del Comité de aguas y saneamiento.

Desde hace algunos años, los habitantes de la tabanca se han visto afectados por la falta de agua de todo tipo, pues esta comunidad se encuentra en una zona elevada de la región y tras las lluvias los pozos tradicionales se secan.

Con la presente propuesta se logrará el desarrollo de acciones encaminadas al fortalecimiento de capacidades en mujeres y hombres y la mejora de la calidad de vida de toda la comunidad, en especial menores de edad (titulares de derechos), representante de organización de mujeres y agentes de salud comunitaria (titulares de responsabilidades) y líder tribal de Udasse (titulares de obligaciones).

El pozo de agua con la cisterna abastecerá además de a la tabanca, a comunidades aledañas de Santancoto Balanta y Simbor entre otras, como Buborin, que carecen de este derecho, lo que garantizará que un mínimo de 1.200 personas tenga agua potable a menos de 5 kilómetros de su morada.

8 de junio,Día Mundial de los Océanos

Planeta Oceánico: Las corrientes están cambiando

El océano cubre más del 70% del planeta. Es nuestra fuente de vida y sustento de la humanidad y de todos los demás organismos de la tierra.

Prueba de ello es que el océano produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Además resulta clave para nuestra economía, ya que se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los oceános.

Sin embargo, a pesar de todos sus beneficios, necesita más apoyo que nunca.

Con el 90% de las grandes especies marítimas de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos, estamos extrayendo más del océano de lo que se puede reponer. Debemos trabajar juntos para crear un nuevo equilibrio en el que no agotemos todo lo que este nos ofrece, sino que restauremos su vitalidad y le devolvamos una nueva vida.

“Planeta oceánico: las corrientes están cambiando” es el tema del Día Mundial de los Océanos 2023, un año enmarcado en el Decenio de Ciencias Oceánicas de la ONU.

El Día Mundial de los Océanos recuerda a todos su importante papel en la vida cotidiana. Son los pulmones de nuestro planeta, una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte fundamental de la biosfera.

El propósito del Día es informar sobre el impacto de los humanos en el océano, desarrollar un movimiento mundial de apoyo y unir a la población en un proyecto para la gestión sostenible de nuestros mares.

Para ello las Naciones Unidas han organizado un evento híbrido (presencial y virtual) el 8 de junio con el tema 2023: «Planeta oceánico: las corrientes están cambiando».

Producido por la División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar de la Oficina de Asuntos Jurídicos de las Naciones Unidas, en asociación con Oceanic Global, el programa anual de este año ensalzará las maravillas del océano como fuente de vida que apoya a la humanidad y a todos los demás organismos de la Tierra.

Únete a la iniciativa mientras escuchamos a líderes de opinión, famosos que son defensores de la causa, socios institucionales, voces de la comunidad, empresarios y expertos de la industria sobre la biodiversidad y la oportunidad económica que sustenta el océano.

Además, ese mismo día se darán a conocer los ganadores del concurso fotográfico 2023, a través de los cuáles puedes apreciar la belleza de los océanos, así como a animarte y darte ideas para presentarte a la siguiente convocatoria del año 2024.

Ref.Pag.: www.un.org

𝐋𝐚 𝐫𝐞𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐚𝐠𝐮𝐚𝐬 𝐫𝐞𝐬𝐢𝐝𝐮𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐛𝐚𝐭𝐢𝐫 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐪𝐮í𝐚

Tradicionalmente, la reutilización de las aguas residuales depuradas se ha mantenido alejada del ámbito residencial. Sin embargo, la sequía y la consecuente dificultad para movilizar los recursos hídricos convencionales hacen que las aguas regeneradas sean una opción cada vez más plausible para minimizar los efectos de estos episodios de escasez. Un estudio liderado por Hug March, catedrático de los Estudios de Economía y Empresa e investigador del grupo de investigación Laboratorio de Transformación Urbana y Cambio Global (TURBA Lab) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha analizado el funcionamiento de algunas iniciativas que ya exploran esta vía en el área metropolitana de Barcelona. Han estudiado su viabilidad y también el impacto que supondría su generalización.

March ha colaborado en esta investigación con los investigadores del departamento de Geografía de la UAB David Saurí y Santiago Gorostiza, también especializados en recursos hídricos. El trabajo, publicado en abierto en la revista Water Alternatives, deja claro que la reutilización directa de aguas regeneradas para usos de agua potable no se contempla en España, en cambio, se considera aceptable la reutilización indirecta, devolviendo estos caudales al medio natural para ser captados de nuevo posteriormente.

ste es el caso que se ha puesto en marcha en el Llobregat, donde la depuradora del Prat, cerca de la desembocadura, trata las aguas residuales con las tecnologías más avanzadas y, una vez libres de contaminantes, las bombea por una cañería río arriba y vuelve a mezclarlas con el caudal fluvial. Esta mezcla se produce unos ocho kilómetros aguas arriba de la planta potabilizadora de Sant Joan Despí, que capta y trata agua del Llobregat para canalizarla en el sistema de abastecimiento de Barcelona.

𝐄𝐥 𝐜𝐥𝐢𝐦𝐚 𝐚𝐜𝐞𝐥𝐞𝐫𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨𝐬

“El episodio de sequía actual ha acelerado la reutilización indirecta del agua regenerada”, constata Hug March. La reutilización indirecta del agua recuperada con fines potables en el Llobregat es un proyecto ambicioso en escala y alcance que ha sido posible gracias al Plan de emergencia en situaciones de sequía de Cataluña que la Generalitat aprobó en 2020 y que permite este uso en escenarios de excepcionalidad o de emergencia. Hasta entonces solo se utilizaban caudales de agua regenerada con fines agrícolas, de limpieza y riego urbano o medioambientales, por ejemplo, como barrera hidráulica para evitar la intrusión salina en el acuífero del Llobregat.

“Introducir este tipo de medidas siempre es más fácil en un contexto de sequía como el actual, porque es evidente que, con el cambio climático, nos tendremos que acostumbrar al aprovechamiento indirecto de agua regenerada para reforzar el sistema de abastecimiento de agua en el ámbito metropolitano”, argumenta el catedrático de la UOC.

En este sentido, David Saurí, investigador de la UAB con más de veinte años de experiencia en la materia, entiende que pueda haber “cierto rechazo social a este tipo de prácticas”, pero recuerda que el agua regenerada del Llobregat “es perfectamente apta, está muy controlada y, por diferentes motivos, puede llegar a ser de más calidad que la del propio río”. Saurí cree que, “tengamos o no sequía, el agua regenerada acabará formando parte del sistema de abastecimiento habitual”, pero también apuesta por otras opciones: “Tendremos que explorar el concepto de ciudad esponja de los chinos y aprovechar mucho más el agua de lluvia”

𝗔𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗮𝗱𝗺𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻

El Gobierno catalán trabaja en el desarrollo del Plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Cataluña y, en el ámbito metropolitano, el Área Metropolitana de Barcelona ha desarrollado un Plan estratégico del ciclo integral del agua del área metropolitana de Barcelona, que ya reconoce “el gran potencial de la reutilización del agua para generar recursos hídricos que ayuden a mejorar la resiliencia en episodios de sequía”. Se prevé la construcción de más de 25 plantas de regeneración en Cataluña, una de las cuales se plantea que replique en el río Besós el modelo que ya está en marcha en el Llobregat. “Es plausible suponer que en las próximas décadas el agua regenerada constituirá un componente importante de las carteras de recursos hídricos, especialmente en las zonas urbanas”, explican los autores.

𝐑𝐞𝐮𝐭𝐢𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐚𝐠𝐮𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐞𝐝𝐢𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨

El otro caso que han estudiado los investigadores es el que ya hace años que implementa Sant Cugat del Vallès, donde la normativa municipal obliga desde 2002 a construir los edificios de ocho apartamentos o más con un doble sistema de cañerías. Esto permite que las aguas grises (es decir, la de las duchas, bañeras y lavamanos) se almacenen y se traten en el mismo edificio para ser aprovechadas para la cisterna de los retretes. Es un proyecto que, a pesar de haber tenido una buena aceptación a escala local, no se ha reproducido en otros puntos y no parece tener un futuro muy prometedor en cuanto a escalabilidad en el ámbito metropolitano.

¿𝐄𝐥 𝐮𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐚𝐠𝐮𝐚 𝐫𝐞𝐠𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐬𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐞𝐱𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚ñ𝐚?

El año 2020 la Unión Europea reconoció por primera vez la importancia de estas “nuevas aguas” mediante la regulación de la reutilización del agua recuperada para el riego agrícola, siguiendo la petición de los estados miembros del sur de Europa y a pesar del recelo de los del norte. Por eso, los investigadores confían en que este será uno de los casos de uso que se podrá ver pronto en otros puntos de España. Principalmente en zonas de la cuenca mediterránea y Andalucía, donde la sequía es más evidente.

Hug March pronostica que esta podría ser una salida interesante para zonas urbanas con un entorno agrícola importante y cercano, como Alicante: “Se podría llegar al intercambio de los derechos de agua, por ejemplo, haciendo que los agricultores cedan a la red potable el agua que tienen para regar y, a cambio, utilicen el agua regenerada para los cultivos y reciban una posible compensación”.

¿𝗖𝘂á𝗹 𝘀𝗲𝗿á 𝗲𝗹 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗮𝘀𝗼?

La gravedad de la sequía está reconfigurando rápidamente las fronteras de la reutilización del agua regenerada, pero los costes económicos de la adaptación de estas redes se han convertido en un reto que todavía no está claro cómo se afrontará. “Estos sistemas de obtención de aguas alternativas, incluyendo la desalinización, tienen la ventaja de que permiten ganar independencia respecto al clima, pero, en cambio, aumentan la dependencia del consumo energético”, expone David Saurí.

Ante el cambio de paradigma que pueden suponer estas aguas alternativas, los investigadores preparan ahora más estudios para entender cómo son percibidas por la ciudadanía, cómo cambian la economía política del agua urbana, qué modelos de gobernanza las pueden regir, quién las puede controlar o atribuirse los derechos e incluso cómo se financiarán y qué impactos tarifarios pueden tener en la ciudadanía.

Ref.Pag.:iagua.es

“𝗜𝗺𝗽𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝘁𝗮𝗻𝗾𝘂𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗪𝗮𝗹𝗶𝗽𝗶𝗻𝗶𝘀, 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗮𝗴𝘂𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗹𝘂𝘃𝗶𝗮, 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗺𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗹𝗾𝘂𝗲𝗻𝗰𝗵𝗮 𝗲𝗻 𝗕𝗼𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮”

La Fundación Pedro Navalpotro ha financiado la instalación de sistemas de recolección para la captación de agua de lluvia, gracias a su socio local ONG SIAB, como estrategia para mejorar la seguridad alimentaria de familias que componen la asociación de mujeres AEMPAC, en la comunidad de Colquencha en Bolivia”.

El acceso de agua para el riego de cultivos en Walipinis, en la comunidad de Colquencha, está supeditado a las lluvias, sumado a la carencia de reservorios o tanques de agua dificulta el aprovechamiento de este líquido elemento.

𝐎𝐁𝐉𝐄𝐓𝐈𝐕𝐎 𝐆𝐄𝐍𝐄𝐑𝐀𝐋

Instalación de tecnologías alternativas para la cosecha de agua de lluvia para uso agrícola, con lo que se mejorara la seguridad alimentaria de 30 familias que viven en la comunidad de Colquencha.

𝑶𝑩𝑱𝑬𝑻𝑰𝑽𝑶𝑺 𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑭𝑰𝑪𝑶𝑺

Asegurar la disponibilidad de riego, para la producción de hortalizas dentro de los Walipinis.

Incrementar la producción de hortalizas, mediante el eficiente aprovechamiento del agua de lluvia.

Incrementar los ingresos económicos de las familias productoras, mediante la implementación del sistema de cosecha y almacenamiento de agua de lluvia, con lo que se optimizara el rendimiento de la producción agrícola.

Fortalecer la participación de la mujer dentro del sistema económico familiar, al ser protagonista en la provisión de alimentos para sus familias.

Lograr la participación de la mujer en el proceso de producción de las hortalizas, como en la etapa de comercialización de las mismas.

𝐑𝐄𝐒𝐔𝐋𝐓𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎𝐒

R1: Instalar 30 tanques de agua con sus respectivos accesorios, para la dotación de riego al interior de los Walipinis.

R2: Instalar 30 sistemas de cosecha de agua de lluvia (canaletas), que servirán para la captación del agua derivadas de las cubiertas de los Walipinis.

R3: Cada tanque para el almacenamiento de agua para riego, tendrá una capacidad de 450 litros.

R4: Diversificar la producción de hortalizas dentro de los Walipinis.

𝐑𝐄𝐒𝐔𝐋𝐓𝐀𝐃𝐎𝐒:

Los resultados que se han logrado con el proyecto son los siguientes:

– Se ha logrado mitigar los cambios climáticos con la implementación de los (Walipinis) y (cosecha de agua de lluvia), con lo que la producción de cultivos se está diversificando y mejorando en la región.

– Con la dotación de agua para riego, las mujeres se encuentran motivadas para mejorar la dieta alimenticia de sus familias, especialmente de los niños.

– Se ha conseguido mejorar la autoestima y el empoderamiento de la mujer.

– Se ha conseguido mejorar los ingresos económicos de las familias beneficiarias.

– Hemos contribuido para que las familias consuman verduras y hortalizas en su comida diaria, lo que mejorara su estado de salud.

– Se está logrando mejorar la calidad de vida de las familias beneficiarias, mediante la aplicación de pequeñas innovaciones tecnológicas, para la producción de sus propios alimentos.

𝐁𝐄𝐍𝐄𝐅𝐈𝐂𝐈𝐎𝐒 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎𝐒:

Los beneficios que se han conseguido con el proyecto, son los siguientes:

Se cuenta con buena oferta hídrica para el riego de los cultivos, al interior de los “Walipinis”.

Se ha reducido el trabajo de las mujeres para ir en busca de agua, para el riego de sus parcelas.

Se está haciendo un manejo adecuado y optimizado del agua de lluvia.

Se está produciendo una diversidad de hortalizas bajo riego.

Se están incrementando los rendimientos de los cultivos.

Se están consiguiendo mayores ingresos para las familias, por la comercialización de sus productos.

Se está mejorando la seguridad alimentaria de las familias beneficiarias.

Se han reducido los costos de producción y se ha incrementado la rentabilidad de la producción agrícola.

Hemos comprobado que en los “Walipinis” existen condiciones favorables para el desarrollo de las plantas, por lo tanto, se ha intensificado la producción, en consecuencia, se está practicando una agricultura intensiva.

Hemos comprobado que la captación de agua de lluvia, se convierte en una excelente alternativa para dar solución a la escasez de agua para el riego de los cultivos.

Hemos comprobado que el cultivo de hortalizas en “Walipinis”, bajo un sistema de riego adecuado se convierte en una excelente alternativa agrícola, que nos permite producir “más alimentos en menos espacio”.

Por lo tanto, con la implementación de nuestro proyecto estamos mitigando el hambre y estamos mejorando la seguridad alimentaria y la calidad de vida de nuestras familias beneficiarias.

𝐃í𝐚 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐢𝐚𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝐀𝐆𝐔𝐀

Más ᴅᴇ 2.000 ᴍɪʟʟᴏɴᴇs ᴅᴇ ᴘᴇʀsᴏɴᴀs ᴀúɴ ɴᴏ ᴛɪᴇɴᴇɴ ᴀᴄᴄᴇsᴏ ᴀ ᴀɢᴜᴀ ᴘᴏᴛᴀʙʟᴇ.

Cᴏɴ ᴍᴏᴛɪᴠᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄᴇʟᴇʙʀᴀᴄɪóɴ ᴅᴇʟ Díᴀ Mᴜɴᴅɪᴀʟ ᴅᴇʟ Aɢᴜᴀ ᴇsᴛᴇ 22 ᴅᴇ ᴍᴀʀᴢᴏ, ᴛᴇ ᴄᴏɴᴛᴀᴍᴏs ᴇʟ ᴏʀɪɢᴇɴ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ ᴇғᴇᴍéʀɪᴅᴇ, sᴜs ʀᴇɪᴠɪɴᴅɪᴄᴀᴄɪᴏɴᴇs ʏ ᴄᴜáʟ ᴇs ʟᴀ sɪᴛᴜᴀᴄɪóɴ ᴀᴄᴛᴜᴀʟ ᴅᴇʟ ʀᴇᴄᴜʀsᴏ.

Tal y como marcó la UNESCO en todos los calendarios, hoy, 22 de marzo, se celebra a nivel global el Día Mundial del Agua. Es una fecha importante que busca reivindicar la importancia de este recurso: es un bien vital y común para la humanidad que mantiene a todas las especies que habitan en el planeta. Sin embargo, debido a la crisis mundial del agua en la que la humanidad está inmersa, la fecha ha cobrado más valor en los últimos años y busca concienciar de la importancia de acelerar los cambios y asumir compromisos voluntarios que ayuden en el proceso de sostenibilidad.

𝐄𝐋 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐄𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐃Í𝐀 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐈𝐀𝐋 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐆𝐔𝐀

El 22 de marzo es el día marcado en los calendarios como Día Mundial del Agua, desde 1993. Con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en 1992 en Río de Janeiro, Brasil, diferentes gobiernos de todas partes del mundo se reunieron para debatir sobre la situación de los recursos y bienes medioambientales, surgiendo de este debate la propuesta de la efeméride para los años siguientes.

Desde ese momento, cada año, en esta fecha, se celebra el día con la publicación de un informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos en todo el mundo. El objetivo de esto es mantener al día a los responsables, a nivel nacional e internacional, de la toma de decisiones, proporcionándoles información y herramientas que les permitan implementar políticas de agua sostenibles. Es la UNESCO, la agencia líder de la ONU, la encargada de elaborar este informe anual, centrándose en el lema y temática que cada año acompaña a la celebración.

En 2015, la crisis del agua fue tan evidente y sus peligrosas consecuencias tan inminentes, que los expertos tomaron medidas. Se llegó, entre representantes de diferentes países, a un compromiso con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: un plan que busca que todos los rincones del planeta cuenten, en 2030, con disponibilidad de agua y correcto saneamiento. A partir de ese momento, el Día Mundial del Agua supone también una jornada para informar del progreso de cara al objetivo en 2030 y recordar la importancia de cumplirlo.

𝐋𝐀 𝐂𝐄𝐋𝐄𝐁𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐃Í𝐀 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐈𝐀𝐋 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐆𝐔𝐀 𝟐𝟎𝟐𝟑

En 2023, el lema que acompaña a la efeméride es “Acelerar el cambio”. Se sigue de la llamada a la acción de la sociedad con el mensaje “Sé el cambio”, de forma que en todos los carteles se puede leer el reclamo : “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

La razón de esta consigna deriva del atraso en el compromiso con el ODS 6, y la necesidad de acelerar el cambio para llegar al objetivo marcado. Y es que, los últimos datos informan que para alcanzar las metas marcadas para 2030, los gobiernos deberían trabajar hasta 4 veces más rápido de lo que lo están haciendo. De esta forma, este 2023 se busca, sobretodo, una unión de los responsables y de la sociedad no experta para asumir ciertos compromisos que aceleren ese proceso y sea posible cumplir con los fines marcados.

Este año, el Día Mundial comienza con una gran conferencia de apertura, organizada por la ONU sobre el agua. En este caso, se plantea como una oportunidad única para buscar soluciones a la crisis actual del agua y el saneamiento. Además, se pretenden exponer todos los peligros de la crisis mundial, así como la gran problemática que afrontan las millones de personas que carecen de acceso al agua potable. La conferencia será este año en Nueva York y se extenderá del 22 al 24 de marzo.

¿𝐐𝐔É 𝐏𝐔𝐄𝐃𝐄𝐒 𝐇𝐀𝐂𝐄𝐑 𝐓Ú 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐑 𝐄𝐋 𝐀𝐆𝐔𝐀 𝐄𝐍 𝟐𝟎𝟐𝟑?

Para resolver la crisis de recursos es vital que, no solo los gobiernos, si no todos aquellos individuos que tienen acceso al agua de forma libre, sean conscientes de su importancia y se vuelvan responsables de su uso. Y es que, se debe tener en cuenta que más de 2.000 millones de personas alrededor del mundo no tienen acceso a fuentes de agua potable, y hasta 3,5 millones de ellas mueren debido a enfermedades relacionadas con la pésima calidad de esta. Además, la población a nivel mundial no deja de subir y se estima que, en tan solo dos décadas, la demanda de agua se incrementará en más del 50 % a nivel mundial.

Está en manos de aquellos que tienen acceso a este recurso hacer un uso responsable de él. Solo entonces el cambio comenzará a ser visible y podrá ser posible su racionalización a zonas de escasez. Son muchas las acciones que se pueden hacer desde el hogar y que pueden llegar a ser fundamentales para este objetivo. Entre ellas, podrían destacarse tomar baños de corta duración, regar las plantas y el césped en horarios matutinos con la cantidad necesaria de agua, revisar las tuberías para evitar goteras y fugas indeseadas o no precipitar productos contaminantes o deshechos aceitosos por el inodoro, lavaplatos o lavamanos.

Este año, y al igual que todos los anteriores, los organizadores animan a adquirir estos hábitos y continuarlos no solo este día, sino incorporarlos a la rutina diaria. Cada acto puede hacer una diferencia y, esa diferencia, salvar una vida.

𝐏𝐑𝐄𝐂𝐔𝐑𝐒𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐃𝐄𝐋 𝐃Í𝐀 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐈𝐀𝐋 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐆𝐔𝐀

A pesar de ser una fecha fija de reivindicación de la importancia del agua, la crisis que este recurso está atravesando hizo necesarias otras menciones más extensas que un solo día. Una de ellas fue el Año Internacional de Cooperación en la Esfera del Agua 2013, con el cual se intentó llamar la atención durante los 365 días del año de la importancia del uso responsable y pacífico de los recursos hídricos. Además, actualmente, la sociedad global se encuentra inmersa en un decenio, desde 2018, y que durará hasta 2028: Decenio del Agua para el Desarrollo Sostenible.

A mayores, cada año está dirigido a una preocupación y reivindicación concreta. Y es que, así como este año el lema se centra en acelerar el progreso de cara a cumplir los objetivos establecidos en el ODS 6, el año anterior, 2022, se centró en el cuidado e higienización de las aguas subterráneas a través del lema: “Agua subterránea: haciendo visible lo invisible”. A su vez, en el año 2021, y con motivo de la situación de ese momento debida a la pandemia de COVID 19, la UNESCO centró la efeméride en la importancia del agua y la higiene que esta proporciona a la hora de detener enfermedades infecciosas, junto al lema: “Agua para frenar el coronavirus”.

Ref. Pag.:https://www.nationalgeographic.com.es/

𝐔𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐮𝐝𝐢𝐨 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐠𝐥𝐚𝐜𝐢𝐚𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐚ñ𝐨 𝟐𝟏𝟎𝟎

Nuevas proyecciones de la pérdida de masa de los glaciares a lo largo del siglo bajo diferentes escenarios de emisiones alerta de que dos de cada tres glaciares pueden haber desaparecido para 2100.

Las proyecciones se agregaron a escenarios de cambio de temperatura global para respaldar los debates sobre adaptación y mitigación, como los de la reciente Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (COP 27). El trabajo, que publica Science, mostró que el mundo podría perder hasta el 41 por ciento de su masa total de glaciares este siglo, o tan solo el 26 por ciento, dependiendo de los esfuerzos de mitigación del cambio climático de hoy.

Específicamente, el profesor asistente David Rounce de Ingeniería Civil y Ambiental de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos, y su equipo encontraron que en un escenario futuro con una inversión continua en combustibles fósiles, más del 40 por ciento de la masa glacial desaparecerá dentro del siglo, y más del 80 por ciento de los glaciares en número podrían desaparecer.

Incluso en el mejor de los escenarios de bajas emisiones, donde el aumento de la temperatura media mundial se limita a +1,5 °C en relación con los niveles preindustriales, más del 25% de la masa glacial desaparecerá y casi el 50% de los glaciares en número se proyecta que desaparezcan. La mayoría de estos glaciares perdidos son pequeños (menos de un kilómetro cuadrado) según los estándares glaciales, pero su pérdida puede tener un impacto negativo en la hidrología local, el turismo, los peligros de los glaciares y los valores culturales.

Su trabajo proporciona un mejor contexto para el modelado de glaciares regionales, y espera que impulse a los responsables de la formulación de políticas climáticas a reducir los objetivos de cambio de temperatura más allá de la marca de 2,7 °C que se prevé que alcancen las promesas de la COP-26.

Las regiones glaciales más pequeñas como Europa Central y el Oeste de Canadá y los Estados Unidos se verán afectadas de manera desproporcionada por temperaturas que superen los 2 °C, según el estudio, que indica que, con un aumento de 3 °C, los glaciares de estas regiones casi desaparecen por completo.

Rounce explica que la forma en que los glaciares responden a los cambios en el clima lleva mucho tiempo y reducir las emisiones hoy no eliminará los gases de efecto invernadero emitidos anteriormente, ni puede detener instantáneamente la inercia que contribuyen al cambio climático, lo que significa que incluso detener por completo las emisiones aún tardaría entre 30 y 100 años en reflejarse en las tasas de pérdida de masa de los glaciares.

Muchos procesos gobiernan cómo los glaciares pierden masa y el estudio de Rounce avanza cómo los modelos dan cuenta de diferentes tipos de glaciares, incluidos los glaciares de marea, que terminan en el océano lo que hace que pierdan mucha masa en esta interfaz, y cubiertos de escombros, que son los glaciares cubiertos por arena, rocas y cantos rodados.

El trabajo anterior de Rounce ha demostrado que el grosor y la distribución de la cubierta de escombros pueden tener un efecto positivo o negativo en las tasas de fusión de los glaciares en toda una región, según el grosor de los escombros. Ahora en este nuevo trabajo descubrió que tener en cuenta estos procesos tenía un impacto relativamente pequeño en las proyecciones de glaciares globales, pero se encontraron diferencias sustanciales en la pérdida de masa al analizar glaciares individuales.

El modelo también está calibrado con una cantidad de datos sin precedentes, incluidas las observaciones de cambios de masa individuales para cada glaciar, que brindan una imagen más completa y detallada del cambio de masa de los glaciares. Por lo tanto, el uso de supercomputadoras fue esencial para respaldar la aplicación de métodos de calibración de última generación y los grandes conjuntos de diferentes escenarios de emisiones.

Ref.Pag: iagua.es